Hoy he estado un rato
por Plaiaundi justo después de
comer cuando algunos se echaban la
siesta o miraban llover desde la ventana.
El mar estaba plano, quieto como
una balsa de cemento . Marea alta hasta
rebosar y algunos porrones y gaviotas . Poca gente casi
nadie en los caminos sin pitidos de silbato ni pelotas o balones abonbados ni el
chumba chumba repetitivo
que los acompaña.
¡Que paz!
Precioso como um bebê que acabou de sair do banho... que paz!!
ResponderEliminarBeijos.
Muy buena comparación, siempre me pareció un patito casi de peluche
ResponderEliminarBesos
Javi