Iba yo caminando cerca del mar, por los prados empapados de brisa marina, por una senda que
zigzageaba copiando el perfil de los acantilados marinos, oteando el mar,
escuchando el bullicio de las gaviotas de un día que iba a ser un día
cualquiera y se convirtió en un día inolvidable, uno de esos días de naturaleza
que nunca se olvidan
De pronto me percaté de su presencia , sentado a la entrada
de su guarida también observaba la vida, su mirada buscaba en el cielo el áspero
graznido de las gaviotas y quieto como yo se mantuvo tranquilo. No nos movimos,
no percibió el peligro ante mi quietud, la de su mayor enemigo. Quietos los dos,
el sentado a la puerta de su cueva entre
las hierbas, con la mirada entre el
cielo y la tierra, y yo, entre la fábula
y el cuento.
Y de repente sin
previo aviso se acercó, se levanto y vino hasta mi, para observarme, olerme
desde más cerca, tanto que con el cuatrocientos que llevaba montado, no me
entraba su cara de adolescente en el encuadre de la cámara
Hubo un momento que deje de hacerle fotos por lo atónito de
la escena, no podía comprender muy bien porque este zorrito no me identificó como un enemigo,
incluso pensé en asustarlo para que comprendiese de su imprudencia pero no hizo
falta...un paseante ajeno, sin ver, sin ni siquiera mirar, con unos cascos, escucharía música o la radio no se... no
escuchaba las gaviotas, y por supuesto no
vio al zorrito...¡y lo espantó!...
Pude disfrutar de una media hora desde que lo vi, creo que
no moví los pies del suelo, muy despacio los brazos , ni un gesto impulsivo...pude
casi tocarlo pero no lo hice...nunca se me olvidará
¡Gracias por seguir este blog y hasta pronto!
Gracias a tí por mantenerlo en marcha y por estos relatos!
ResponderEliminarMe alegra oírte François, gran observador! gracias
Eliminarun saludo
Que maravilla de fotos, de animal y de historia. Me ha encantado Javi, un fuerte abrazo.
ResponderEliminarYa lo se Grmán. gracias por comentar
Eliminarun fuerte abrazo
Muy bonita historia! Enhorabuena!!!
ResponderEliminarMuchas gracias Marco, uno se queda con una sensación de plenitud increible
Eliminarun saludo y gracias
No cambiaría una historia como esta ni por las mejores rarezas del año.
ResponderEliminarQuién no querría pasarle la mano por el lomo, o cogerlo entre los brazos como a un gato, a este
entrañable muñeco vivo de peluche.
Seguramente he alucinado tanto como tú pero, sólo tú has tenido la fortuna de vivir la escena. Créeme, cuanto
me alegro por ti.
Saludos.
Ya lo se que te alegras bien seguro. Estas cosas si están a veces ocurren como bien sabes por experiencia propia
EliminarEsto no tiene parangón con bimbear o descubrir una rareza , te llena y te das cuenta que no hay nada tan bello y puro como poder disfrutar de estos momentos
un abrazo
un saludo
Gracioso animalzinho... um olhar tão cativante... que sorte a sua ter-se deparado com tão precioso ser... (as fotos estão uma mimosura...)
ResponderEliminarBeijo.
Un cachorro precioso, gracias teca
Eliminarbesos
Que suerte poder disfrutar de un animal así tan de cerca, enhorabuena. Esto demuestra que si se va con respeto y cuidado al campo la naturaleza siempre te devuelve el favor!
ResponderEliminarUn saludo
No puedo estar más de acuerdo contigo
Eliminarun saludo
Espectaculares fotos, y ahora que lo hemos visto todos, espero que sea un poco más precavido !!
ResponderEliminarMuy buena apreciación, jejeje yo creo que si seguro
Eliminarun saludo
Joder Javi!! como mola, yo creo que con la edad nos vamos haciendo unos zorros y luego pasan estas cosas, jajaja, en serio me das envidia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jejejjejejje Maxi, ya te digo, más sabe el ... un abrazo
ResponderEliminarTal experiencia maravillosa puede envidiar. Hermosa fotos zorro. Saludos.
ResponderEliminarTal experiencia maravillosa puede envidiar. Hermosa fotos zorro. Saludos.
ResponderEliminarEsta experiencia es de verdad algo que perdura
Eliminargracias
un saludo
qué chulada Javi, menudo privilegio... una maravilla, enhorabuena!
ResponderEliminarSuerte Peio, muy bonito sin duda
Eliminarun saludo